La marca de un gran líder es su capacidad para dirigir a otras personas. No se trata de lo mucho que puda hacer sino la capacidad que tenga para inspirar a otras personas para hacer las cosas. En el área de liderazgo del pensamiento, podemos inspirarnos en el nuevo impulso cultural puesto en marcha que pretende conseguir la valentía personal con su público objetivo – que optan por ejemplo, presentarse como la cara de la empresa en lugar de estar detrás de una marca.  De hecho, incluso sus campañas de email marketing también se dirigen por una persona en la empresa (el rostro de la empresa) y no por el nombre de la empresa (la marca ilusoria). Con esto en mente, propongo una manera radicalmente alternativa para inspirar a sus empleados en el 2014. En vez de dejar el crecimiento personal a Recursos Humanos o confiar en viajes y reunions por la empresa, propongo el liderazgo que lo motive a salr de detrás de la jerarquía corporativa de la división y realmente inspirar a sus empleados a pensar de forma diferente.

Hacer que sus empleados piensen de manera diferente es (lo que creo que es) la nueva dirección del liderazgo de pensamiento en el mundo corporativo. Se trata de formar líderes que cultiven un sentido de responsabilidad para el crecimiento y desarrollo de sus empleados, y que trabajen para impulsar a sus empleados más allá de las esferas básicas de pensamiento. Aquí estamos buscando no sólo humanizar nuestra fuerza de trabajo, sino involucrarlos en una manera creativa que beneficie a su empresa. Simplemente, si usted tiene un equipo sinergizado, usted va ha obtener más resultados en tiempo récord.

La idea detrás de tener un empleado bien formado, es un empleado con un proceso de pensamiento flexible y se basará en el hecho de que las funciones de negocio de hoy en día requieren un grado de títulos. Por ejemplo, es lo suficientemente bueno tener un escritor de contenido a bordo. Y el propósito no es solo tener un gran escritor de contenido, sino que también debe ser capaz de hacer malabares con un papel como periodista, ser un agente de relaciones públicas, y un comerciante. Por el contrario, ser un vendedor no es lo suficientemente bueno. Un artículo de Harvard Business Review titulado “Cómo encontrar, evaluar y contratar al moderno Marketer” la revita describe sobre la destreza necesaria que require el comercializador moderno con el fin de realizar con eficacia su trabajo. No sólo tienen que pensar más como arquitectos, ingenieros y científicos, sino que también deben tener en cuenta que el marketing ha adoptado los siguientes títulos de trabajo: la experiencia del arquitecto, los datos del científico, la ingeniería web, el curador web, el tecnólogo del marketing, el gerente de análisis de marketing online, y gerente de la experiencia del cliente. Según el artículo, “los comerciantes de hoy en día son la gestión de la vida del cliente el ciclo, el diálogo y las relaciones en un ambiente donde casi todo es medible. La capacidad de utilizar datos y análisis para comprender a fondo, personalizar y mejorar continuamente esa relación es fundamental para su éxito. “La meta aquí es construir un equipo que abrace una cultura de análisis, que curiosamente es más valiosa en campos creativos donde hay un poco de énfasis en el tema del retorno de la inversión (ROI).

Para cultivar un empleado de este calibre, como un líder que necesita (1) capacitarse para las funciones adicionales, (2) fomentar el pensamiento no lineal. Un pensador no lineal no se crea en un cubículo. De hecho, usted raramente encontrará este tipo de persona en un cubículo. Un pensador no lineal se forma explorando con creatividad – incluso cuando no se le paga por ello. Puesto que no puede “hacer” que sus empleados hagan más de lo que se pide por ellos durante sus horas laborales, puede crear un ambiente que promueva la no linealidad por lo que sus empleados comprenderan que no los esta obligando a pensar de forma estática, de manera mecanizada que inhibe el pensamiento y la función de la creatividad.