La gente está hambrienta de liderazgo. A pesar de que hay más autonomía en el trabajo-vida, el creciente número de crisis psicológica ha llevado a la gente a mirar para arriba buscando al próximo líder que pueda guiar a las multitudes través de todo. Sin embargo, a pesar del número de proliferación de personalidades que gritan “mírenme”, hay muy pocos que son líderes auténticos por el valor de atención. El resto fracasan miserablemente y a continuación le presento el por qué:

• Visión sin perspectiva. El mayor  error de los “líderes” suele  ser confundir el liderazgo con la dirección. Un gerente se preocupa más por su cumplimiento. Un líder está más preocupado por la dirección. Por desgracia, los roles del liderazgo también crían una hidra de arrogancia, elitismo, actitudes machistas. Sin embargo, a la luz de la evolución del clima organizacional entre la vida de hoy, simplemente no hay lugar para tales sentimiento.
• Reclamadores. Hay líderes que han fracasado y entonces esperan que la gente nos llegue a fallar. Estos últimos se quejan de que no hay ningún momento en el cielo que fueron aclamados en un papel de liderazgo. Estos son los adictos a la televisión empresarial que se quejan de que se es y que se podría ser. Como el autor de mejor venta Les McKeown, dice,  “Los líderes no se crean al ocupar una posición. Los líderes son reconocidos como tales, luego se colocan en una posición de liderazgo.”
• Dóciles. Como Les señala, estos tipos se sienten con la necesidad de tener permiso para ser un líder, que indica una actitud totalmente de derrota  y es el sello distintivo de un líder fracasado. Los líderes no piden. Los líderes hacen. Tienen perspicacia, que los lleva a otro obstáculo para la realización de su potencial de liderazgo y que es la imposibilidad de encontrar un modelo a seguir. El hecho es que usted no debe esperar a que aparezca un modelo a seguir, sobre todo porque a veces usted nunca encontrará uno. A veces, usted tendrá que abrir el camino y si tiene la suerte de hacer esto, usted se estará dirigiendo hacia el éxito antes de poder siquiera parpadear.
• Egoístas. Los líderes que fracasan son los que no escuchan. Los interruptores, nunca terminan de escuchar lo que otra persona tiene que decir, destacando una presunción que demuestra que piensan que nadie más tiene algo que decir sea tan importante como lo que ellos quieren decir. Nadie quiere estar con ellos y ellos no quieren trabajar con nadie más. Claro que pueden contratar a un equipo y delegar el trabajo, pero el líder egoísta  no comparte. Mantiene sus cartas cerca de su pecho.
• Habladores. La marca de una personalidad tímida y débil es que no puede permanecer en silencio.  Los expertos en negocios utilizan este tipo de carne, desde que los líderes temerosos al silencio siempre dejan escapar algo lamentable. Como Les señala, un verdadero líder se siente cómodo con el silencio.
• Mantener el Rumbo. Los líderes discuten a fondo las ideas, pero una vez que un equipo ha decidido el curso de la dirección; los verdaderos líderes mantienen el rumbo. Los líderes no trazarán y manipularan para salirse con la suya, o participara en otras actividades subversivas.
• Sin Culpas. Los verdaderos líderes se sienten culpables, mientras que los líderes fracasados no toman responsabilidad personal por las maniobras adversas de su actividad. Como Becky Schaumber, candidata doctoral en la Escuela de Negocios en Stanford, señala, “Los individuos propensos a la culpa son muy sensibles a sus obligaciones, por lo que pueden seguir adelante con las tareas “. También señala la diferencia entre la culpa y la vergüenza, citando que los sentimientos de culpa conducen a un comportamiento de búsqueda para corregir el error, mientras que la vergüenza lo conduce a centrarse en sí mismo.

Recuerde que ser un líder, no se trata sólo de decir que lo es. Estar ocupado, registrando toneladas de fotos en Instagram, estar en entornos sociales y empresariales también no significa que lo consiguió. Ser un líder está expuesto sobre lo que aporta a la mesa. Si usted no trae nada de valor, pase por encima.

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